Waterkeeper Alliance y socios piden una investigación sobre la seguridad de los pozos de agua potable de Carolina del Norte

Abril 6, 2016

El 1 de abril, el Departamento de Calidad Ambiental de Carolina del Norte (DEQ), bajo el liderazgo del gobernador Pat McCrory, presentó un informe a la legislatura estatal de Carolina del Norte titulado Informe final sobre el estudio de estándares y niveles de detección de salud para cromo hexavalente y vanadio. En el informe, DEQ revela que no actuará para establecer estándares críticos de agua potable para metales pesados ​​peligrosos que se encuentran en pozos de agua potable en todo el estado, y dice que, en cambio, esperará que el gobierno federal eventualmente promulgue estándares para el cromo hexavalente. La legislatura requirió que el DEQ de McCrory realizara el estudio el año pasado después de que las pruebas revelaron niveles peligrosos de metales pesados ​​asociados con la ceniza de carbón, incluido el carcinógeno cromo hexavalente, en cientos de pozos de agua potable residenciales ubicados cerca de los pozos de eliminación de cenizas de carbón sin revestimiento de Duke Energy en todo el estado.

Toda la confusión comenzó el año pasado, el Departamento de Salud y Servicios Humanos del estado de Carolina del Norte (DHHS), otra agencia bajo el control de McCrory, aconsejó a cientos de propietarios de pozos privados que vivían cerca de los pozos de cenizas de carbón sin revestimiento de Duke Energy que no bebieran agua. Las cartas fueron provocadas por el descubrimiento de concentraciones de cromo hexavalente en los pozos por encima de lo que el DHHS determinó que equivaldría a un riesgo de cáncer de por vida de 1: 1 millón por beber el agua.

Ahora el DHHS anula ese consejo y les dice a los propietarios de los pozos que deben volver a beber su agua, aunque el DHHS no cuestiona su cálculo de riesgo anterior. Por ejemplo, el DHHS ha aconsejado específicamente a una familia con cuatro hijos que es seguro para ellos beber su agua, que contiene un nivel de cromo hexavalente más de 300 veces mayor que los niveles que la agencia ha considerado inseguros para beber. Es comprensible que los residentes estén confundidos por el cambio.

Vergonzosamente, el gobernador McCrory no ha reconocido públicamente la crisis ni una sola vez, y se ha negado a responder a numerosas cartas y llamadas telefónicas de residentes con agua potable contaminada. El dia de ayer, Waterkeeper Alliance unido con 14 ootras organizaciones ambientales y de salud para entregar una carta al gobernador McCrory instándolo a reconocer sus fallas y a investigar y tomar medidas inmediatas para abordar la confusión sobre si el agua es segura para beber.

Nadie se beneficia más que Duke Energy de la negativa de la administración McCrory a actuar sobre la crisis del agua potable que se ha desarrollado alrededor de los pozos de cenizas de carbón con fugas de Duke. El gobernador McCrory le ha dado la espalda a cientos de familias que enfrentan una crisis de agua potable. Después de encontrar niveles peligrosamente altos de contaminantes en un pozo tras otro el año pasado, el toxicólogo estatal aconsejó a las personas que no bebieran su agua. Ahora ese toxicólogo ha sido sustituido, y el estado le está diciendo a la gente que su agua es segura para beber aunque claramente no lo es.