Pídale a la EPA que priorice el agua potable segura, no las ganancias corporativas
Por: Thomas Hynes

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) ha anunciado planes para revisar la definición de “aguas de los Estados Unidos”, un término crítico en la Ley de Agua Limpia que determina qué ríos, arroyos, humedales y otras aguas están protegidos por la ley federal. Un caso de la Corte Suprema Ya se ha reducido drásticamente la cantidad y los tipos de cuerpos de agua que reciben protección, lo que facilita que los contaminadores pongan en peligro nuestra agua potable, la salud pública, el medio ambiente y la economía. No podemos permitirnos debilitar aún más estas protecciones vitales.
El agua desempeña un papel crucial en la configuración de Estados Unidos, desde el río Colorado, que abastece de agua potable a millones de personas, hasta los Everglades, que sustentan diversos ecosistemas, y los arroyos locales en nuestros propios hogares. El agua es la base de la vida cotidiana y la vitalidad económica de todas las comunidades. Si un cuerpo de agua no está incluido en la definición de "aguas de los Estados Unidos" de la Ley de Agua Limpia, los desechos industriales y las aguas residuales municipales (por ejemplo, toxinas, patógenos, carcinógenos y materiales radiactivos) pueden vertirse sin tratamiento ni control de contaminación federal. Esto puede contaminar los suministros de agua potable, matar peces en ríos y lagos, y enfermar a los niños cuando nadan.
Esto no es una predicción hipotética, fue una hecho común antes de la histórica Ley de Agua Limpia de 1972Los ríos ardieron, los ecosistemas perecieron, los contaminadores proliferaron y las comunidades sufrieron.
No podemos volver atrás.
Una definición regulatoria clara y amplia de "aguas de los Estados Unidos" es crucial para proteger el agua potable de millones de estadounidenses, reducir la exposición pública a metales tóxicos y la contaminación, y prevenir la contaminación de miles de kilómetros de vías fluviales en todo el país. Esta definición no debe revisarse para excluir aún más ríos, arroyos, humedales y lagos de las protecciones del agua limpia en beneficio de los contaminadores industriales.
Permitir que la contaminación fluya a nuestros recursos hídricos compartidos sin protección pondrá en peligro a las comunidades y la salud pública a través del agua potable contaminada. Podemos dar por sentado el agua potable, pero ese lujo fue duramente combatido. Y si no estamos atentos, todo puede desaparecer.
Además, el debilitamiento de las protecciones hídricas pondrá en peligro innumerables humedales. Si bien estos cuerpos de agua pueden no conectarse directamente con aguas navegables, siguen siendo increíblemente valiosos. Para empezar, los humedales absorben enormes cantidades de dióxido de carbono y actúan como los riñones de la Tierra al filtrar la contaminación del agua. También sirven de hábitat para innumerables especies y reducen el riesgo de inundaciones. Contaminar un humedal no solo pone en riesgo su salud, sino también la de los ríos y arroyos con los que está conectado.
La EPA afirma que debe revisar la definición de "aguas de los Estados Unidos" para reducir el costo de operar. Sin embargo, eliminar las protecciones del agua limpia sería un desastre para la economía, ya que el cálculo de la EPA no considera el aumento de las facturas de servicios públicos, los costos exorbitantes de limpieza, los daños causados por inundaciones, los gastos de atención médica, la reducción de la producción agrícola y la pérdida de oportunidades comerciales. La contaminación de arroyos más pequeños también contamina las aguas río abajo, diezmando la pesca y las aguas recreativas, poniendo en peligro los negocios y la producción agrícola, y aumentando los costos de las plantas de tratamiento de agua locales.
Necesitamos que la EPA priorice a las personas por encima de las ganancias corporativas.