¡Dígale a sus miembros del Congreso que protejan las vías fluviales del peligroso químico 6PPD! - Waterkeeper

¡Dígale a sus miembros del Congreso que protejan las vías fluviales del peligroso químico 6PPD!

Por: Thomas Hynes

Crédito de la fotografía: Magda Ehlers

Una sustancia química generalizada y dañina llamada 6PPD Se utiliza como aditivo estabilizador en cauchos y en casi todos los neumáticos de vehículos. Con el tiempo, esta durabilidad se debilita y transfiere partículas a las carreteras. Las aguas pluviales luego arrastran esas partículas a los cursos de agua cercanos. Cuando el químico 6PPD se expone al aire, se transforma en 6PPD-quinona, que ha tenido efectos perjudiciales en las poblaciones de peces. Debido a la naturaleza ubicua de los neumáticos, todas las comunidades se ven afectadas por el uso de productos químicos peligrosos que apenas estamos comenzando a comprender.

¿Se unirá a nosotros para instar al Congreso a abordar esta peligrosa sustancia química?

Los investigadores descubrieron la reacción destructiva del 6PPD mezclado con oxígeno hace unos años. Desafortunadamente, el 6PPD se ha utilizado para la fabricación de neumáticos desde la década de 1960, lo que significa que el daño a los ecosistemas se ha producido durante décadas.

La principal forma en que el 6PPD llega a las masas de agua es a través de neumáticos que circulan por las carreteras. Sin embargo, no es ni mucho menos la única manera. Los sitios de eliminación, como los vertederos de llantas, también representan un riesgo.

Se ha demostrado que el 6PPD es perjudicial para la trucha arco iris, el salmón coho y el salmón chinook. Puede ser letal en tan sólo unas pocas horas. Los científicos creen que muchas más especies se ven afectadas por la 6PPD-quinona. Se cree que es el segundo químico más tóxico para las especies acuáticas jamás evaluado.

Pero hay esperanza.

El daño causado por el 6PPD se detiene una vez que se elimina del ecosistema y se mitiga adecuadamente. Por lo tanto, cualquier esfuerzo para combatir este químico tóxico para los neumáticos bien vale la pena.

Además, existen soluciones alcanzables para este problema. Los métodos de control de aguas pluviales pueden disminuir los impactos del 6PPD, aunque la infraestructura actual es lamentablemente inadecuada. El Congreso puede – ¡y debe! – ordenar a los militares que investiguen alternativas químicas y así proporcionar un camino que se necesita con urgencia para eliminar gradualmente este contaminante tóxico.

Este problema, si bien es muy real y muy peligroso, no es en modo alguno insuperable. Pero primero necesitamos que el Congreso actúe.

¿Se tomará un momento e instará a sus miembros del Congreso a proteger las vías fluviales estadounidenses de este químico tóxico para los neumáticos?