¡Digamos no a las perforaciones en alta mar! Waterkeeper
FOTO: Jan-Rune Smenes Reite

La administración Trump anunció recientemente su intención de expandir las perforaciones petroleras y gasíferas en aguas estadounidenses. Un aumento en las perforaciones en alta mar significará un desastre para los ecosistemas marinos y el medio ambiente en general. Además, es financieramente inestable. Es más, ni siquiera es necesario. 

¿Se unirá a nosotros para oponernos a esta expansión imprudente de las perforaciones en alta mar?

Los líderes mundiales se reúnen actualmente en Francia para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos de 2025 (UNOC). Waterkeeper Alliance También está ahí, abogando junto a WaterkeeperLas Bahamas y el Senegal exigimos una declaración firme de la ONUC y políticas ambientales audaces que protejan nuestros océanos y comunidades de las perforaciones en alta mar, una empresa que es peligrosa en cada etapa de su ciclo de vida.

La prospección y la construcción pueden generar ondas de choque en el área circundante, lo que puede dañar e incluso matar la vida marina. La perforación en sí libera una cantidad incalculable de toxinas, metales pesados ​​y derivados del petróleo en las aguas circundantes. También aumenta la contaminación atmosférica. Los derrames de petróleo son muy probables, como lo demuestra el hecho de que se han producido casi 50 grandes derrames de petróleo en aguas estadounidenses desde 1969.

La extracción petrolera en alta mar también requiere infraestructura terrestre para el almacenamiento, procesamiento y transporte, lo que resulta en la construcción de oleoductos y plantas petroquímicas en zonas costeras y comunidades cercanas. Esta práctica también contribuye a la contaminación por plásticos, ya que más del 99 % de estos están compuestos por sustancias químicas derivadas de combustibles fósiles. Estas refinerías terrestres contaminan el aire con monóxido de carbono, dióxido de azufre y otras toxinas, lo que amenaza la salud pública y afecta a las comunidades vecinas.

La expansión de las perforaciones marinas también contribuiría a la pérdida masiva de humedales costeros, dejando a las comunidades más vulnerables a las inundaciones y a las condiciones climáticas extremas. Además, la quema de combustibles fósiles es la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de las actividades humanas en Estados Unidos.

También es una insensatez financiera. Las perforaciones marinas representan una grave amenaza para la recreación costera, el turismo y la pesca. Estas industrias generan millones de empleos, cientos de miles de millones de dólares en PIB y dependen de un entorno costero limpio. Y eso sin contar los gastos relacionados con el impacto en la salud, la contaminación y las tareas de limpieza.

Estados Unidos ya es un exportador neto de energía. La perforación petrolera marina es una apuesta arriesgada que no debemos hacer. No podemos permitirnos quedar atrapados durante décadas en la extracción, transmisión y combustión de combustibles fósiles. Es hora de centrarnos en las fuentes de energía alternativas, en lugar de invertir más tiempo y dinero en la peligrosa práctica de la perforación petrolera marina. Por el bien de nuestros océanos, nuestras comunidades y nuestro medio ambiente, debemos rechazar rotundamente el aumento de la perforación petrolera marina. Juntos, podemos marcar la diferencia.

Di no a las perforaciones en alta mar. ¡Deja tu comentario hoy mismo!