Yadkin Riverkeeper Aborda la regla de reemplazo de información errónea sobre las aguas de los Estados Unidos (WOTUS)

Por Yadkin Riverkeeper. Repostado con permiso de Yadkin Riverkeeper.

Con la publicación la semana pasada de los cambios en las nuevas reglas de la Ley de Agua Limpia, ha habido una enorme cantidad de información errónea difundida en Internet sobre el efecto de los cambios. A YRK le gustaría abordar algunas de esas declaraciones. Las declaraciones erróneas más frecuentes han sido las siguientes:

1. Esta fue una victoria para los agricultores,
2. Los cambios simplemente eliminan las reglas de la era Obama de 2015, y
3. Los cambios no afectan las corrientes de agua.

Todos estos son falsos.

1) Los agricultores ya estaban exentos de casi todas las reglas de 2015. No ganaron nada con esta derogación. Los desarrolladores, sin embargo, ganaron tremendamente, haciendo que muchas más tierras de cultivo estuvieran disponibles para el desarrollo. Este cambio acelera la pérdida de tierras agrícolas a través de desarrollos de vivienda y es más una "ganancia" para los desarrolladores, las empresas de petróleo y gas y la industria minera.

Revocar la regla del agua limpia no se trata de proteger a los agricultores: The Hill

2) Los cambios van mucho más allá de las reglas de 2015 y destruyen las protecciones que se establecieron en la Ley de Agua Limpia de 1972. Muchas, si no la mayoría, de las protecciones de humedales introducidas en 1972 (sección 404) se perderán bajo la nueva reglamentación, al igual que muchos arroyos de cabecera que alimentan arroyos más grandes. Lo que entra en arroyos y humedales desprotegidos desemboca en arroyos protegidos, sin pasar por las regulaciones que han protegido nuestras aguas durante casi medio siglo.

3) Las nuevas reglas cambian la definición de lo que constituye un arroyo, y este cambio afectará las aguas que fluyen. Bajo las nuevas reglas, los pequeños arroyos están mal definidos por un conjunto ambiguo de pautas, que no solo impondrán una carga a los propietarios para determinar cuál es el estado del arroyo, sino que también eliminarán a muchos de la protección. La descarga y la escorrentía ingresarán al sistema de agua en aguas no protegidas para ser arrastradas hacia aguas de flujo más grandes. Lo que se agrega en la parte superior permanece en el sistema y, por lo tanto, los arroyos y ríos más grandes ciertamente se verán afectados por estos cambios.

Pedimos que cualquier persona que no esté de acuerdo con estos puntos lea el lenguaje actual de la declaración de la EPA sobre exenciones agrícolas, las reglas de 1972, las reglas de 2015 y la nueva regla antes de comentar. Estamos felices de tener una discusión, pero debemos comenzar con lo que realmente está en el papel, no con lo que se está lanzando al azar en Internet.

Yadkin Riverkeeper cree que la pérdida de protección para las cabeceras y los humedales es un duro golpe para la calidad del agua y un paso atrás en la calidad de vida de los habitantes de Carolina del Norte y de todos los ciudadanos estadounidenses. El agua potable es esencial para la vida, así como para el desarrollo económico y la recreación. Hemos visto lo que sucede sin las protecciones adecuadas. Nadie quiere volver a los días de los arroyos de colores neón y los ríos en llamas. Apoyamos firmemente al Departamento de Calidad Ambiental de Carolina del Norte en el pedido de reglas basadas en la ciencia que protejan nuestras aguas para proporcionar agua potable, apta para pescar y apta para nadar para todos.

Imagen destacada: la destrucción de arroyos intermitentes provocará mayores inundaciones.