Espectáculo de cerdos y falsos
Por: Lumber Riverkeeper
Por Jefferson Currie II, Lumber Riverkeeper, Alianza de los ríos Winyah
El Farm Bureau de Carolina del Norte dirigió recientemente recorridos por las operaciones de las fábricas de cerdos para legisladores y blogueros, lo cual fue irónico, dada la dureza con que el Farm Bureau luchó contra los requisitos de transparencia para esas operaciones.
Si bien el Farm Bureau parece ansioso por presentar una versión esterilizada de estas operaciones a unos pocos seleccionados, luchó contra todos los intentos de mayor transparencia pública durante la reciente renovación del permiso que rige el manejo de desechos animales en estas operaciones.
Esto no es nuevo.
De hecho, cuando los vecinos demandaron a Smithfield Foods por 15 millones de dólares por condiciones insalubres e inseguras causadas por sus operaciones, la corporación exigió que el jurado recorriera las instalaciones. El juez de primera instancia, al observar que los vecinos se quejaban de condiciones perjudiciales, pero intermitentes, rechazó sabiamente la solicitud. Razonó que una visita podría engañar al jurado sobre la realidad de vivir junto a un productor industrial de cerdos.
De hecho, pocos días después de la gira de Farm Bureau, sus representantes amistosos en la legislatura introdujeron nuevas enmiendas en el Proyecto de Ley Agrícola de Carolina del Norte que reducirían la transparencia en torno a la producción porcina industrial. Una enmienda evitaría el acceso a los registros estatales relacionados con las operaciones. Una enmienda separada frustraría los esfuerzos del Departamento de Calidad Ambiental del estado para recopilar y hacer públicos informes anuales sobre las operaciones de la industria.
Si bien la legislatura tiene como objetivo proteger a la industria del escrutinio, y la industria intenta presentar una realidad alternativa, los hechos continúan mostrando que los vecinos de las operaciones porcinas industriales sufren.
Por ejemplo, un estudio publicado el año pasado por investigadores de la Universidad de Duke encontró que las personas que viven en el mismo código postal que una explotación industrial porcina viven vidas más cortas que otros habitantes de Carolina del Norte. Tienen tasas más altas de muerte en general, tasas más altas de mortalidad infantil y tasas más altas de muerte por anemia, enfermedad renal, tuberculosis y septicemia. También tienen tasas más altas de visitas a la sala de emergencias, así como de ingresos hospitalarios para bebés con bajo peso al nacer.
Me pregunto si Farm Bureau mencionó esto en su visita guiada.