En todo Estados Unidos, las personas no se sienten seguras al beber agua del grifo. Desafortunadamente, muchos de sus temores están bien fundados. La respuesta del gobierno a los informes de contaminantes conocidos en el agua potable, como el plomo y el arsénico, ha sido totalmente inadecuada. Para agravar este problema, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) tarda en responder a las nuevas amenazas y nuestras leyes ambientales federales no hacen lo suficiente para identificar los posibles contaminantes del agua potable antes de que se conviertan en un problema.
Llame a sus miembros del Congreso y pídales que protejan el agua potable de nuestra nación. Pídales que proporcionen más fondos para comprender mejor los impactos en la salud de los “contaminantes emergentes” e inste a la EPA a que establezca rápidamente estándares regulatorios para estos contaminantes peligrosos.
Los “contaminantes emergentes” o “contaminantes de preocupación emergente” son contaminantes que muchas de nuestras leyes ambientales y de salud pública no regulan. Esto se debe a que los contaminantes son relativamente nuevos y sus impactos no son bien conocidos, o porque sus peligros recién se están reconociendo. Algunos ejemplos de "contaminantes emergentes" son Sustancias per y polifluoroalquílicas. (PFA), productos farmacéuticos como esteroides y antibióticos, microplásticos, pesticidas y nanomateriales.
Existe una fuerte evidencia de que muchos de estos contaminantes causan daños a la salud humana y al medio ambiente, sin embargo, no se han realizado suficientes estudios para establecer estándares bajo la Ley de Agua Limpia y la Ley de Agua Potable Segura. Esto significa que estos contaminantes no están siendo monitoreados y están ingresando libremente a nuestras vías fluviales sin límites. No existen estándares federales sobre la cantidad de estos contaminantes que puede haber en nuestra agua potable y, muy a menudo, los sistemas municipales de tratamiento de agua potable no pueden eliminar los contaminantes.
Todo el mundo tiene derecho al agua potable y al conocimiento de los contaminantes que se encuentran en las vías fluviales locales. La EPA tiene el deber de estudiar y establecer estándares para los contaminantes peligrosos que acechan en nuestra agua y de evitar que los contaminadores liberen estos contaminantes en nuestras vías fluviales y aguas subterráneas.
Llame a sus miembros del Congreso y hágales saber que desea que protejan nuestra agua de contaminantes peligrosos y no regulados. Aquí hay algunos puntos de conversación que puede utilizar:
- Mi nombre es [NOMBRE] y vivo en [CÓDIGO POSTAL], [ESTADO].
- Me preocupan los impactos de los “contaminantes emergentes” en las vías fluviales y el agua potable.
- Muchos de estos contaminantes están muy extendidos y se han relacionado con impactos en la salud humana.
- Incluyen PFA, productos farmacéuticos, microplásticos, pesticidas y nanomateriales.
- Sin embargo, no existen estándares para ellos bajo la Ley de Agua Limpia o la Ley de Agua Potable Segura.
- A menudo, nuestros sistemas de tratamiento de agua potable no están equipados para eliminarlos.
- Para abordar este problema, la EPA necesita fondos para estudiar rápidamente estos contaminantes y establecer estándares que eviten futuras emisiones de estos contaminantes y limiten los niveles que pueden encontrarse en el agua potable.
- Le estoy pidiendo que ayude a asegurarse de que la EPA tenga los fondos para esto y que presione a la agencia para que actúe rápidamente.
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