Por: Guayllabamba Waterkeeper
¿Sabías que durante muchas generaciones en las comunidades indígenas de la sierra ecuatoriana, cuando falta el agua de riego, todos son llamados a construir canales y que, en épocas de siembra o cosecha, los comuneros se juntan para trabajar la tierra y que, ¿Es así como suelen actuar?
Es lo que en Ecuador llamamos “minga”, un sistema de trabajo comunitario solidario, presente con diferentes denominaciones en otros países de la región latinoamericana. Es una forma de resolver colectivamente los requerimientos de una comunidad, en la que cada persona, sintiéndose parte de ella, aporta sus capacidades y habilidades.
Pero, ¿qué los hace trabajar colectivamente, en lugar de esfuerzos individuales frente a sus propios problemas? La respuesta está en un fuerte sentido de comunidad, que les permita comprender que cualquier dificultad interna necesariamente afectará al conjunto.
No se trata de acciones remuneradas sino voluntarias, realizadas solidariamente sin ningún reconocimiento económico. Es muy diferente al “trabajo en equipo” aplicado en nuestras empresas, donde los objetivos no siempre surgen de sus empleados sino del empleador, sumado a una clara intención de lucro.
Es una forma de trabajo colectivo que considera la ciclicidad de las circunstancias, pues si en un determinado momento se satisface la necesidad de un comunero, en las ocasiones siguientes se satisfarán las del resto.
Es así como surge este sentido de solidaridad fraterna, de acción voluntaria, recíproca y complementaria entre sus miembros, constituyendo un aspecto esencial para la vida y el desarrollo de la comunidad, ya que las mingas son auténticas celebraciones, donde el trabajo se convierte en fiesta en la que todos participan.
Esta misma idea, hoy, Guayllabamba Waterkeeper está aplicando con gran éxito para el cuidado y protección de la cuenca alta del río Guayllabamba, particularmente en uno de sus principales afluentes, el río San Pedro.
Desde hace algunos años, nuestra organización viene liderando una serie de mingas para la limpieza de playas de ríos y restauración de quebradas en diferentes zonas del Distrito Metropolitano de Quito.
Durante el tiempo de la pandemia, estas actividades se suspendieron y se reanudaron a finales de 2021. Desde entonces, hemos realizado cinco intervenciones más, cada una con sus propias características y alcances, pero todas de gran impacto.
En noviembre 21st. 2021, volvimos al campo después de casi dos años de ausencia por el COVID-19. Lo hicimos con mascarillas porque así lo exigía la normativa sanitaria. Atrajimos alrededor de 80 voluntarios que recogieron alrededor de 600 kg de residuos en las playas del río San Pedro.
Nuestra próxima minga se realizó el 20 de marzoth. 2022 como una celebración de Día Mundial del Agua, en el que participaron unos 150 voluntarios de organizaciones ciudadanas, colegios y universidades, empresas públicas y privadas, junto a un buen número de personas comprometidas con el cuidado de los ríos.
El domingo, junio 5th, volvimos a convocar a una minga en el mismo Parque Los Algarrobos, donde trabajamos desde finales de 2021, en la parroquia de Cumbayá, a 30 minutos de Quito, lugar donde también funciona nuestra oficina desde que surgió la pandemia. se llevó a cabo por Día Mundial del Medio Ambiente, y nos acompañaron aproximadamente 200 personas.
Agosto 7th Fue nuestra cuarta minga desde que regresamos al campo y, como en ocasiones anteriores, se organizaron varios eventos paralelos a las actividades de limpieza como el saludo ceremonial al río, recorridos ecológicos, música, actividades lúdicas para niños, así como actividades ambientales. la educación se encuentra. En total asistieron unos 250 voluntarios.
El domingo 22 de octubrend realizamos nuestra quinta minga, que esta vez tuvo una característica muy peculiar, ya que se trató de una actividad ecuménica en la que estuvieron presentes católicos y cristianos, junto a miembros del Proyecto Green Sabbath y jóvenes de la comunidad judía, así como personas de la iglesia luterana, gente de confesión hindú Brahma Kumaris y practicantes de tradiciones andinas. Juntos bendijeron el río y luego todos trabajamos en minga.
Éramos más de 150 personas y recogimos alrededor de 1 Tonelada de residuos, como lo que se recogió en cada una de las mingas anteriores, siempre sorprendidos por la cantidad de ropa y plástico que se encontraba.
En definitiva, así transcurrió nuestro año 2022. Iniciamos el 2023 con nuevos retos como una minga regional en Latinoamérica, pero de eso te contamos en nuestro próximo blog.